Quiero iniciar esta intervención lanzando una tesis que yo considero debe ser el nuevo paradigma de pensamiento reinante en las universidades. Con la velocidad de los cambios del mundo de hoy, sé es perdedor cuando se es rígido ideológicamente. Hoy en día, hay que entender y aprovechar los cambios que se producen en el mundo. Anteriormente la sociedad se movía hacia una especie de determinismo histórico, el socialismo era un punto de llegada ineludible; el llamado materialismo histórico, alimentado por el Marxismo así lo pronosticaba; solo era cuestión de atizar la lucha del motor de la historia. Hoy en día, después de la caída del muro, nadie, que sea serio, puede preconizar un modelo único de organización social, hay una búsqueda de modelos variados que buscan alcanzar el bienestar de la humanidad con equidad social, sin que nadie preconice un modelo único. La primera ley de la evolución de los seres vivos, la capacidad adaptativa, se vuelve un asunto fundamental en las sociedades para garantizar el proceso.
Esto que yo llamo la capacidad de asumir el cambio, de entender el cambio, de formular el cambio, de aprovechar el cambio, es lo que caracteriza realmente a un verdadero izquierdista en el mundo de hoy. Hoy no se puede ser de izquierda atrincherado en un dogma. Los dogmas actúan como cárceles del pensamiento, producen ceguera. Quizás para resaltar esta forma de conducta, que frena el desarrollo, o la evolución o el progreso o como se le quiera llamar, siempre que he tenido oportunidad de hablar de estas cosas que tienen un sabor a filosofía, resalto el aporte que el budismo le hace
al pensamiento occidental desde un ángulo filosófico, no desde el punto de vista religioso. El budista trabaja para controlar su mente; el yo, es una emergencia del cerebro, y éste se influencia permanentemente desde afuera.
El budista trabaja para saber controlar los sentimientos; naturalmente que esto es más complejo de lo que yo estoy diciendo, pero de todas maneras hay que reconocerles que han desarrollado habilidades para controlar la mente. Mucha gente ha hablado de esto, todas las filosofías han hablado de esto, las religiosas y las no religiosas, controlar la mente es un aspecto fundamental para la vida de los seres humanos y es fundamental sobre todo para no caer en los extremos, que es una conducta en la que lamentablemente caen la mayoría de los seres humanos. Cuando uno está en un extremo no lee, no ve, trata de destruir al adversario, se equivoca, se apasiona.
El budista busca irse por el camino del medio.
La izquierda para mí hoy en día, es poder entender los cambios, ser capaz de seguirle el paso a la sociedad; quien se aferra a pensamientos únicos, lo va a dejar la historia como promulgaba el Marxismo. Se solía afirmar que quien no entendiera el materialismo histórico y el materialismo científico se quedaba fuera del resultado de la historia. Hoy es al revés, quien se petrifique en las ideologías y no entienda que el mundo es más complejo, que el mundo ha cambiado, que es necesario revaluar muchas cosas, que no hay certezas, no va a tener la oportunidad de progresar. Ser revolucionarios es combatir dentro de los procesos, yendo más lejos, siendo más preciso, más social; lo que no puede hacerse por supuesto, marginándose, «pateando el tablero».
De aquí que yo valore muchísimo la actitud del Consejo Estudiantil de Ingeniería Mecánica por lo que está haciendo. La actitud de esta semilla de jóvenes de la Universidad, que empieza a romper la cáscara y trata de mirar el mundo en su complejidad. Porque las universidades apenas se están asomando al mundo del conocimiento, nosotros hemos sido esencialmente universidades de docencia. El primer doctorado en Colombia surgió hace 20 años, muchas de las universidades de Colombia siguen siendo universidades de docencia y otras apenas estamos dando los primeros pasos como universidades de investigación y docencia.
Por eso aquí nadie tiene la verdad revelada y todo lo que ustedes puedan hacer en términos de promover la formación integral como decía nuestro vocero estudiantil, el conocimiento, la excelencia, todo eso va en la vía correcta de lo que debe ser el accionar universitario, y por eso nosotros respaldamos de manera unánime y decidida estas iniciativas.
Me parece extraordinario lo que están haciendo en la Facultad de Ingeniería Mecánica con el proyecto de Biocombustible, que va a tono con la política de ciencia, tecnología e innovación que está construyendo el país. Esta política que está discutiéndose define una apuesta estratégica para el Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación en el tema de los Biocombustibles. No obstante, la gran discusión que esta propuesta acarrea hay un consenso con las salvedades del caso de que debemos apuntar hacia ellos. Que importante que desde la Facultad de Ingeniería Mecánica estemos asociados a un aspecto de ese tema, me refiero al de medir los impactos que tiene para el ambiente, para los motores, etc., el aumento de la mezcla de gasolina con etanol al 20%.
Que importante que aquí se haya desarrollado, a partir de un grupo con enorme participación de los estudiantes, un protocolo de prueba que se haya logrado imponer en este momento en Colombia y que tiene el respaldo de las autoridades nacionales de la rama. Es solamente una mirada parcial del tema, pero de todas maneras se une al torrente de actividades que van a surgir en Colombia alrededor de esto, que es una apuesta estratégica supremamente importante. Necesitamos estar conectados con el país y ustedes empiezan a hacerlo. Por eso me parece interesante que el decano lo haya puesto en su intervención, porque es un hecho muy importante.
Voy a finalizar estas palabras haciendo una referencia al debate que ha surgido en los últimos días en la Universidad. Sobre todo quiero mencionar que cuando las autoridades universitarias adoptan sus decisiones ello tiene mayor fondo y complejidad de la que usualmente se le da.
Las instituciones universitarias han venido cambiando aceleradamente, hoy en día a las universidades se les pide más que ser unas instituciones de docencia, en donde solamente hay una relación simple entre unos docentes y unos discentes alrededor de la formación. Hoy en día las universidades tienen que ser muy exigentes, buscar los grandes y altos estándares de calidad, tiene que saber relacionarse con el medio, tienen que trabajar una segunda lengua, tienen que fomentar el empresarismo, tienen que saber transferir conocimiento a la sociedad.
Aunque los términos causen escozor, cada vez más las universidades se parecen a verdaderas empresas cuya gestión requiere de técnicas y de resultados. Ello implica tener autoridades comprometidas, unidas en los propósitos. Poco o nada podría hacer un Rector cuyos decanos no lo acompañen.
Nuestra Universidad hizo una propuesta que yo considero más democrática que las que tienen otras universidades circunvecinas: en la Universidad Nacional de Colombia, la decana de las universidades, los decanos son elegidos por el Consejo Superior, no hay participación de la comunidad. En La Universidad de Caldas, los decanos son elegidos por el Rector de una terna que pasan los Consejos de Facultad sin apelación. En La Universidad del Quindío, los decanos los elije el Consejo Superior de una terna que pasa por el Consejo Académico luego de un proceso electoral básico, donde el Consejo Académico recoge los más votados, pero puede completar la terna. Algo similar ocurre en la Universidad de Antioquia donde también elige el Consejo Superior. Nosotros en cambio, hemos encontrado una fórmula que le dé participación a todo el mundo y que permite el equilibrio para que no ocurran las fracturas que lamentablemente ocurren en nuestras universidades cuando de buscar las decanaturas se trata y donde la alta dirección de la Universidad poco puede hacer. La historia es tozuda en ejemplos; las comunidades se dividen, se polarizan en bandos irreconciliables.
Lo que está haciendo el Consejo Superior es buscar los equilibrios, o sea que la Universidad se pueda mover con unidad de criterio, y evitar que existan esas fracturas. No es raro que un grupo impulse una iniciativa y el otro trate de negarla. No es raro que a una reunión vayan unos y los otros no. Eso hace parte de lo que se llama desvío de los procesos democráticos en las universidades. Pero solamente lo puse en común acá como una invitación a pensar e ir más allá de las simplificaciones con que normalmente se abordan los temas universitarios.
No se trata de imponer los decanos contra las autoridades, ni tampoco de imponerlos contra la comunidad; se trata de buscar equilibrios que permitan el trabajo armonioso.
El Consejo superior participa con un tercio de la decisión, pero si se mira dentro del propio consejo, de los nueve miembros hay por lo menos cuatro que también son comunidad universitaria: Estudiante, egresado, profesor, directivo académico.
Las cosas son más complejas de lo que parecen.
Felicitación para el Consejo Estudiantil, para el Decano, para los estudiantes, por este tipo de actividades que están surgiendo, me parecen estratégicas y trascendentales para el futuro de la Universidad y están en sintonía con lo que queremos hacer en la Universidad Tecnológica de Pereira.
Muchas gracias y muchos éxitos en esta semana.
Luis Enrique Arango Jiménez
Rector
Universidad Tecnológica de Pereira
Fecha de expedicion: 2008-04-07