FORO REGIONAL EVALUACION DEL APRENDIZAJE EN LA EDUCACION SUPERIOR
MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL DE COLOMBIA
Pereira, 25 de julio de 2008
En buena hora el Ministerio de Educación Nacional ha decidido poner en discusión el tema de la evaluación del aprendizaje, una temática que apunta al corazón de la acción educativa formal, que pone en perspectiva la manera como se adquiere el conocimiento y como él se transfiere y se valida frente a la sociedad.
Estamos acostumbrados a concebir el aprendizaje como el resultado de los conocimientos acumulados más una cierta destreza para razonar; poco o casi nada le dejamos a la esfera de lo práctico, de lo intuitivo, de lo biológico, de lo oculto a los ojos.
Concebimos la formación de manera reduccionista, como la elaboración de un objeto sólido que necesita fundamentos a la manera de una construcción, imaginando que hay que ir agregando capas como hileras de ladrillos, de manera lineal y secuencial, y nos asombra que pueda llegarse a altos niveles de conocimiento sin que se atienda a este modelo ordenado. No nos cabe en la cabeza la simultaneidad, o la vía inversa de aprender.
Poco caso hacemos de los ejemplos que nos ofrece la realidad cotidiana, abrumándonos de ejemplos, de seres humanos que alcanzan elevados niveles de conocimiento sin el rigor de los currículos y muchas veces contra el rigor de los currículos.
Las universidades quizás sin pensarlo mucho, han hecho uso de los honoris causa para legitimar lo que la sociedad ya ha hecho de sobra, reconocer la idoneidad intelectual y profesional de los llamados autodidactas.
En los últimos años han aparecido nuevos enfoques sobre la adquisición de conocimientos y sobre el mismo intelecto.
Ya es lugar común hablar de inteligencias múltiples y de procesos meta cognitivos complejos que le reconocen al subconsciente un rol, incluso central, en términos de la capacidad de aprender. Es posible que resulte más importante enseñar el amor por la ciencia que los contenidos científicos en particular.
La neurolingüística, una disciplina que estudia los mecanismos del cerebro humano que posibilitan la comprensión, producción y conocimiento del lenguaje, ya sea hablado, escrito o con signos, empieza a ser considerada como una ciencia fundamental en los procesos del aprendizaje.
Lo audiovisual emerge como un iceberg, cada vez copando más los espacios de comunicación, y por ende capturando más los procesos mentales.
La digitalización de la información y su acumulación en poderosas redes con acceso abierto a través del Internet, desplazan el valor del docente como proveedor de información, privilegiando el aprendizaje autónomo.
El advenimiento de la televisión digital y sus potencialidades interactivas, la educación creciente a través de las redes; en fin, las nuevas mediaciones para generar aprendizajes, exceden lo conocido.
El desarrollo de poderosos artefactos portables que permiten la comunicación audiovisual a cualquier nivel, desafía la imaginación. El aula de clase se ve conmocionada en su concepción clásica.
Permítanme amontonar esta seguidilla de nuevos hechos, conceptos y enfoques para hacer evidente la necesidad de re-examinar los asuntos del aprendizaje y su evaluación, en términos de nuevos paradigmas que tomen en cuenta el progreso del conocimiento humano.
Es imperativo hacer un llamado a la reflexión de quienes participan como actores en los procesos pedagógicos.
No creo de otra parte, que sea válido hoy en día apertrecharse en la tradición para evadir la necesidad imperiosa de buscar nuevos caminos y alternativas para enfrentar la educación y la evaluación.
El trabajo con la mente humana no puede administrarse con rigidez; su propia complejidad invita a la exploración.
Nadie nos va a entregar la alquimia que produzca las obligadas mutaciones que apenas como ley natural son imprescindibles; son los mismos académicos y las instituciones los que debemos abrirnos al cambio con una mentalidad innovadora.
Debemos sintonizar la academia con las corrientes que en el mundo están re-conceptualizando las formas de hacer educación.
En esta lógica, creo que los esfuerzos que se hacen para pasar de los contenidos a las competencias no deben causar mayor asombro, lo mismo podría predicarse de los llamados ciclos propedéuticos en la formación, son nuevas formas que tienen sentido y derecho a la experiencia. Otro tanto puede decirse de la certificación y re-certificación de los aprendizajes.
Definitivamente el llamado a la erudición como paradigma del saber debe cederle el paso a aquel que centra su fortaleza en la capacidad de hacer.
El culto irreflexivo a las titulaciones debe migrar hacia la certificación de competencias, y ellas no solo se adquieren en los procesos formales de la educación; los informales y la misma práctica son fuentes indudables de aprendizaje. Además, ellas, las competencias requeridas, van variando en el tiempo, no pueden ser escritas en piedra.
Con esta introducción quiero hacer visible el nuevo contexto que enfrenta la educación y la educación superior en particular, cuyo examen invita a poner en tela de juicio todo lo que conocemos hasta hoy con relación a la educación y en particular a evaluación del aprendizaje:
¿Cómo debemos medir el aprendizaje? ¿Con qué herramientas? ¿Qué es lo importante a evaluar? ¿Debe ser un continuo, un hecho terminal, o ambos? ¿Se pierde la totalidad de un curso o la parte específica que se evalúa? ¿Son aconsejables los exámenes de suficiencia? ¿Cuándo la evaluación es satisfactoria? ¿La evaluación debe ayudar al aprendizaje o sólo tiene una función de control? ¿Cómo se vincula el saber con el saber hacer en la evaluación? ¿Debe la evaluación ser acto en frío de medición, desprovisto de consideración por el estudiante o debe considerar las circunstancias del evaluado? ¿Se evalúa el docente en la evaluación? ¿Cómo se enfrenta la evaluación en los procesos de formación virtual? ¿Cómo está incidiendo la evaluación en las altas tasas de deserción? Y ¿Qué puede hacerse desde la evaluación para ayudar a la retención de los estudiantes en el sistema?
Todas estas preguntas y muchas más son apenas interrogantes abiertos que debemos poner sobre la mesa, y tratar de encontrar respuestas a la luz de las nuevas realidades educativas.
Ya no podemos irnos por el fácil atajo, de decir que como se ha hecho ha funcionado; estamos frente a la necesidad imperiosa de replantear lo que creemos conocido, solo así estaremos honrando la función crítica que debe animar la búsqueda del conocimiento.
La Universidad Tecnológica de Pereira no le teme a lo desconocido, más bien procura obtener la experiencia directa en los nuevos procesos que afloran en el firmamento de la educación; pudiéramos declararnos en guardia contra los cambios, fungiendo de defensores de la calidad; hemos preferido, adoptar una posición propositiva, prestándonos al experimento.
Aquí encontrarán formación técnica, ciclos propedéuticos en ingeniería, asignaturas virtuales, ingenierías nocturnas y de fin de semana, ofertas en los Centros Regionales de Educación Superior -CERES-, modelos de articulación con la media técnica, entre otras propuestas.
Todas estas variantes de lo tradicional están en construcción y por supuesto sujetas a los ajustes que la experiencia propia y ajena aconseje. Es mas estamos deseosos de compartir y contrastar, único camino para construir en firme.
Sin embargo, es bueno aclarar que el universo de la evaluación sigue sin mayores variaciones aquí y en general en el sistema Universitario. Las nuevas miradas y enfoques apenas empiezan a desperezarse en el horizonte; por ello, el tema que se ventilará en este foro y sus conclusiones se nos hace del mayor interés. Sobre todo, lo que sigue, como pasar de la teoría a la practica.
Agradecemos al Ministerio de Educación Nacional que nos hubiera brindado la oportunidad de servir de escenario de tan oportunas reflexiones en este foro regional en el eje cafetero, que se articulará con los de otras regiones para ir llenado de sustancia, el gran foro Nacional que sintetizará y proveerá las luces que requiere el sistema en materia tan importante y delicada.
Señores asistentes a este Foro regional sobre Evaluación del aprendizaje, sean ustedes todos bienvenidos.
Están en casa.
Muchas gracias,
LUIS ENRIQUE ARANGO JIMÉNEZ
Rector
Fecha de expedicion: 2008-07-25