RECONOCIMIENTOS
Paipa, 17 de octubre de 2006
Al cumplir RudeColombia 10 años se consolida una buena excusa para mirar retrospectivamente lo que ha sido la evolución de una criatura concebida por un grupo de académicos y liderada por una dama con atributos excepcionales, paradigma de persistencia y tenacidad. Me refiero a Diana Soto Arango, quien acompañada de un grupo de Americanistas le apostaron a construir este ensayo de escuela de formación Doctoral desafiando lo imposible.
Hay que situarse en el año 96 para entender la magnitud de la tarea; convencer a un grupo de rectores, aislados en las regiones, para que se asociaran con la idea de hacer un Doctorado entre todos.
Seguramente hubo derroche de argumentos para convencerlos a suscribir el primer convenio el 4 de junio de 1996, y a poner recursos, pero, ante todo hubo la confianza y la visión de que era posible lograrlo. Aquí se debió jugar la capacidad de ingenio de Carlos Sandoval Fonseca, a la sazón Rector de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, quien fungió como cocinero mayor. Tenía que serlo, era la UPTC la Universidad mejor preparada para animar el concierto, tenía la tradición y el respaldo académico para constituirse en los cimientos de la novel construcción; y en efecto lo fue; las primeras cohortes se abrieron en Tunja y siempre esta Universidad ha actuado como Inspiradora y forjadora fundamental en el desarrollo del Doctorado.
Cuentan que cuando hicieron el inventario de doctores con que contaban las universidades, descubrieron que los pocos que había se dedicaban a labores administrativas e incluso sindicales; muchos de los que habían recibido su título en el exterior habían colgado el diploma.
Hubo que animar y convencer muchos docentes para incitarlos a volver por los fueros académicos. La labor de ingeniería para activar y articular lo existente en las distintas Universidades, estuvo naturalmente a cargo de la Dra. Diana Soto Arango; la armadora central del equipo; cerebro indiscutible de la operación.
Veníamos del informe de los sabios que invitaba al país a formar 800 doctores cada año, como meta obligada para un horizonte de 10 años, si queríamos disponer de los investigadores que requería el país. Había entonces un clima propicio; no obstante dar el paso, significaba un enorme desafío, sobre todo en un mundo donde los errores se cobran al contado.
Por ello, el grupo de Rectores de la época, que se atrevieron a dar el paso, no pueden ser ignorados cuando se trata de explicar los orígenes del Doctorado; la decisión que adoptaron, logró que sus respectivas Universidades hicieran parte de esta liga de pioneras que ya tienen el orgullo de mostrar y cosechar los frutos académicos
La constitución de la Red no era un proyecto común, ni de menor cuantía, era nada más y nada menos que plantear un modelo que le permitiera a las Universidades medianas, de naturaleza regional, poder hacer ofertas doctorales; un sueño verdaderamente utópico por aquellas calendas. A fe que lo lograron, hoy en día, poseen registro propio para ofrecer doctorado y lo están ofreciendo las siguientes Universidades: Caldas, Cauca, Cartagena, Nariño, Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Tolima y Tecnológica de Pereira.
Pero además, la Red ha servido de ejemplo a otras redes que han replicado aspectos de su modus operandi para hacer ofertas en red, en particular el SUE Caribe con dos Maestrías en Educación, y una en Ciencias Ambientales y el Eje Cafetero con una Maestría en Biología Vegetal.
Nuestros queridos Rectores fundadores son:
Guido Echeverri Piedrahita. U. Caldas
Manuel Agustín Sierra Navarro. U. Cartagena
Carlos Collazos Muñoz. U. Cauca
Luis Alfonso Ramírez Peña. U. Distrital
Pedro Vicente Obando. U. Nariño
Edgar Machado. U. Tolima
Carlos Alberto Sandoval Fonseca. U. Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
Carlos Alberto Ossa Ossa. U. Tecnologica de Pereira
El Doctorado se fundamentó desde un comienzo en la Cooperación Internacional; un conjunto de ilustres académicos de amplia trayectoria como Americanistas, lo han alimentado desde sus orígenes participando en sus seminarios y actuando como tutores de tesis doctorales; pero también, sirviendo de embajadores para conseguir en sus países de influencia las oportunidades de pasantía para nuestros estudiantes, toda vez que ello se ha establecido como requisito de grado.
Cuando hablaba de Americanistas me refería a los ángeles de la guarda del doctorado; quienes actuando allende las fronteras han mantenido una paternidad responsable a prueba de fuego; me refiero a personas como los Doctores Juan Marchena y Rosario Valpuesta, nuestra flamante Rectora de la Universidad Pablo de Olvide. Ellos, merecen casi un capítulo aparte, el Doctorado está cosido a su permanente colaboración, no hay año en que no vengan al Doctorado a participar de sus eventos y en toda la colaboración española algo han tenido que ver. Para que hablar del papel jugado por la Universidad Pablo de Olavide durante la Rectoría de la Doctora Rosario.
Pero no han estado solos en esta tarea, han estado acompañados de otras Instituciones y académicos como los Doctores Jesús Paniagua y Maria Isabel la Fuente en la Universidad de León, Remedios Ferrero en la Universidad de Valencia, Adela Mora en la Universidad Carlos III, Manuel Lucena Salmoral en la Universidad Alcalá de Henares, Miguel Ángel Puig en el Consejo de Investigaciones Científicas de España; Antonio Medina en la Universidad Nacional de Educación a Distancia de España, UNED, en Alemania con el Dr. Carlos Rincón, en Argentina con la Dra. Maria Cristina Vera, en el Brasil con el Dr. José Rubens Lima Jordilino, en Venezuela con el Dr. Reynaldo Rojas, en Ecuador con el Dr. Luís Tonón, en México con los Drs. Pilar Gonzalbo, Renate Marsiske, Maria Lourdes Alvarado, Armando Martínez Moya y Antonio de Pedro; en Honduras con el Dr. Víctor Cruz y con otros tantos que mi frágil memoria no atina a recordar, pero, que han sido cruciales para abrirle espacio a nuestros estudiantes en sus Universidades como parte del proceso de formación
Ellos hacen parte de una red de extranjeros de nacimiento, pero colombianos de corazón, que aprendieron a querer este país y se han puesto a su servicio de manera incondicional. Saben más de la historia nacional que nosotros mismos y están más informados de lo que aquí acontece que cualquiera de nosotros.
Pero esta conspiración de adelantados tuvo complicidades nacionales que también el doctorado recuerda con enorme gratitud, cómo no reconocer que sin ellos hubiera sido imposible obtener la carta de ciudadanía académica que lo hiciera posible; ellos son:
GUILLERMO HOYOS VASQUEZ
JORGE ORLANDO MELO
JAIME JARAMILLO URIBE
JORGE PALACIOS PRECIADO
LUIS CARLOS ARBOLEDA
LUIS EDUARDO WIESNER
JAVIER OCAMPO LÓPEZ
No podría recordarlos a todos pues carezco de las vivencias directas durante la primera etapa del doctorado, pero sí puedo testimoniar lo que ha significado Javier Ocampo López, una de las columnas vertebrales del doctorado, dechado de sabiduría y serenidad, dos atributos que cualquier ser humano desearía. Lo mismo puedo decir de Guillermo Hoyos Vásquez, nuestro entrañable filósofo, quien ejerce la crítica de oficio, temible en sus diatribas argumentales, y quien se volvió escudero y consejero del Doctorado en los organismos Nacionales.
También, debo hacer una mención especial a otras personas que hacen parte del Doctorado y que de ninguna manera pueden ser ignoradas.
Albeiro Valencia
Jorge Quintero
Alfonso Múnera
Diana Lago
Hugo Niño
Gerardo León
Nestor Cardozo
Pablo Prado
A la hora del balance no podemos decir que todo ha sido color de rosa, atravesamos períodos de inestabilidad y de crisis como cualquier creación humana; pero esas mismas dificultades nos permitieron encontrar las mejores salidas que hoy nos permiten gritar a los cuatro vientos que hemos pasado la prueba.
El Doctorado llegó para quedarse en la Historia Nacional como un hito y estas palabras harán parte de una Historia que algún día se escribirá para las generaciones venideras.
En nombre de los rectores actuales de Rudecolombia queremos hacer un homenaje a todas las personas que hemos mencionado y que en las distintas etapas del desarrollo y crecimiento de la red han jugado un papel protagónico y esencial. Y a todas ellas, al lado de la Dra. Diana Soto Arango, alma y nervio de experimento académico, simple en apariencia, pero bien complejo a la hora de concretarlo en resultados y a muchas otras que siguen activas colaborando, les rendimos un sentido homenaje de agradecimiento desde lo más profundo de nuestros corazones.
Muchas gracias,
LUIS ENRIQUE ARANGO JIMENEZ
Presidente Rudecolombia
Fecha de expedicion: 2006-10-17