Instalación Primer Foro de Cultura Ciudadana
La convivencia entendida como la capacidad de los seres humanos para llegar a acuerdos, para resolver sus diferencias, para respetarse, para entenderse, para aceptarse, es definitivamente un factor crítico para el desarrollo y el bienestar de cualquier conglomerado humano. Sin ella o con pobres desempeños de ella, todos los proyectos sociales y las visiones colectivas fracasan, se van a pique a pesar de las buenas intenciones de los gobiernos y de las organizaciones civiles.
Los hechos culturales y especialmente el hecho educativo tiene una relación directa con la forma como los ciudadanos actúan frente a los demás y frente a lo público; si se quiere avanzar en la transformación de estas conductas que determinan la convivencia se debe trabajar de manera coordinada y continua desde todos los ángulos; lo familiar, lo escolar, lo Institucional, lo político, lo privado, lo gubernamental, etc.
Me parece de la mayor importancia este encuentro que pretende poner en común lo que estamos haciendo desde diversos escenarios en este sensible tema.
Debajo de la convivencia están los procesos de comunicación y el respeto a las leyes.
La comunicación verdadera es participación; no sabemos escuchar al otro; nos instalamos en nuestro propio discurso y queremos anular el del otro; nos movemos sobre verdades únicas; aquí hay mucho que hacer para reconstruir un verdadero diálogo; hacer que sea fuente de unidad y no de división; que agrupe y no que margine o segregue.
La información que no autentica comunicación, que procede de los medios de comunicación, no contribuye en nada a la convivencia ni al afianzamiento de valores y conductas que la privilegien. Se difunde lo negativo, se destroza sin piedad a las personas por el afán de rating, se oculta lo transcendental y se recrea lo liviano.
Las leyes y su respeto son el fundamento de las organizaciones sociales; son los límites pero también los alcances de lo que puede y no puede hacerse. Nuestra sociedad es permisiva con la violación de las leyes, no hay una sanción social a quienes las trasgreden. Debemos formar en el respeto a la ley y ello requiere una actitud socialmente compartida. Una verdadera y arraigada cultura ciudadana.
Colombia más que la mayor parte de los países del orbe sufre de intolerancia y adolece de la falta de patrones adecuados hacia la convivencia.
Los procesos de reconciliación y paz en que estamos envueltos y que nadie objeta en cuanto a su pertinencia requieren que hagamos esfuerzos desde la sociedad civil para contribuir a su éxito. Los fenómenos de desplazamiento y reinserción requieren respuestas a todo nivel.
Las universidades no pueden estar ajenas a estos asuntos que son transversales a la formación de los ciudadanos, es decir propias de la formación integral.
Hay que trabajar el aula; lo pedagógico, lo didáctico para construir nuevas formas de relaciones y de debate. Los espacios de enseñanza aprendizaje son generadores de modelos y patrones. Los docentes deben ser concientes de su papel de formadores y en consecuencia estimular procesos que eduquen en el mejor sentido de este vocablo.
Hay que construir y difundir conocimiento sobre estas temáticas; hay que desarrollar una pedagogía hacia la paz y la convivencia. Hay que convertir estos temas en objeto de estudio; investigarlos, medirlos, intervenirlos.
La convivencia exige solidaridad social; sino formamos en la solidaridad humana estamos perdidos; las Universidades y las Instituciones ya no pueden dedicarse exclusivamente a lo clásico en términos misionales; hay que preocuparse e involucrarse en las problemáticas emergentes de la sociedad.
Debemos aprender y desaprender; en esto todos tenemos defectos y sufrimos del anestesiamiento general: Nuestros egoísmos usualmente nos paralizan frente a nuestra obligación de ser solidarios.
Espero que los resultados de este encuentro nos sirvan a todos para ir encontrando nuevas luces en la promoción y comprensión de este fenómeno tan complejo, que como ninguno otro amenaza a todos los demás; insisto sin convivencia y cultura ciudadana no puede construirse un futuro sostenible.
Este evento se hace en medio de una tragedia para esta Universidad; una persona humilde que con enormes limitaciones se educó; un paradigma de superación, a quien la comunidad adoptó como un hijo, fue brutalmente asesinado por pandilleros. La violencia nos está aniquilando, destruye lo que hacemos.
La convivencia esta emparentada con la violencia; a falta de convivencia mayor violencia. No necesitamos mayores razones o explicaciones para validar la importancia de movernos y cuanto antes hacia la búsqueda de mayores estadios de convivencia social.
La Universidad Tecnológica de Pereira quiere distinguirse por ser una Institución conectada con la realidad social y para ello estamos estimulando todas las iniciativas que nos conduzcan a este objetivo. Por ello, este foro de cultura ciudadana ha recibido todo nuestro respaldo y acompañamiento
Debo Felicitar a sus organizadores, en particular a la Dra Sandra Lorena Yepes de Bienestar Universitario, a los ponentes. y a las diversas Instituciones que se han asociado a su realización.
Señores participantes declaro formalmente instalado el primer Foro Nacional de Cultura Ciudadana.
Finalmente como Rector de Esta Universidad permítanme ofrecerles una efusiva bienvenida. Esta es su casa.
Muchas gracias,
LUIS ENRIQUE ARANGO JIMÉNEZ
Rector
Fecha de expedicion: 2006-11-09