Pereira, 15 y 16 de noviembre de 2002
Con motivo de la invitación, que tan amablemente me dirigiera el profesor Santiago Gómez Rivera, Presidente de Aspu Risaralda a participar de este Foro, me he puesto a pensar de manera retrospectiva en el papel que nos corresponde jugar como académicos en la encrucijada brutal que padece nuestro país y de la cual obviamente no es ajeno el tratamiento desigual e interesado a que hemos sido sometidos por potencias extranjeras, quienes aprovechando su poderío económico, y en consecuencia político, han conducido la humanidad de acuerdo a estereotipos, que como cosa curiosa, terminan por hacer mas ricos a los países ricos y mas pobres a los países pobres, aunque siempre actúan a título de la cooperación.
Como enfrentar de manera eficaz una situación todos los días mas grave y donde para colmo de males tenemos que contar con quienes hasta hoy no han dado muestras reales de querer nuestro progreso, o al menos no han logrado con sus recetas convencernos. Porque podemos estar en desacuerdo con los dictados del Fondo Monetario Internacional pero no estamos en condiciones de romper con el: las economías nacionales no pueden batirse airosamente sin un entendimiento con él; ello nos obliga a ir mas allá de los diagnósticos y las denuncias para trascender en propuestas viables, o mejor aún en acciones realmente defensivas. Algo debemos aprender de Argentina y Brasil.
Parece que el país se fue definitivamente por la vía del ajuste fiscal donde el pueblo lleva la peor parte. En estos asuntos de la economía siempre habrá la oportunidad de oponerse con argumentos, aunque quizás no haya aspecto alguno de la sociedad humana donde el principio de la incertidumbre tenga un mayor realce. Decir que el ajuste es recesivo es equivalente a decir que la emisión inorgánica es inflacionaria; entre estas dos vías hay materia para discutir eternamente. Cada lado estará atento a los resultados para enrostrar que tuvo la razón. Eso le ocurre a los que son expertos en el diagnóstico y nunca se equivocan.
Debemos reconocer que la crisis del país no da espera, la economía viene decreciendo per capita de manera sostenida. Por más que apelemos al crédito hemos llegado a límites. Uno de cada cuatro Colombianos se encuentra en la indigencia, vive con menos de un dólar diario. Frente a una realidad de esta magnitud, mas que una actitud de exigencia debemos adoptar una posición de aporte: Cómo aportamos a la superación de la crisis nacional desde las universidades?. Ahí esta el verdadero reto.
Lo único cierto es que habrá ajuste y que debemos defendernos buscando la mayor y mejor protección para los mas débiles. En este empeño hay que contar con todos, hay que sumar antes que restar: Incluido el Congreso de la República que con todos sus vicios es una instancia que puede interponerse para encontrar soluciones que no lesionen los intereses de los trabajadores, pero lo mas importante, hay que entender que hay que reconvertir las formas de lucha.
Recuerdo que con la revolución industrial, cuyos orígenes se remontan a la aristocrática Inglaterra la reacción de la incipiente clase obrera fue acabar con las máquinas pretendiendo con ello acabar con la diabólica aparición de estos engendros que atentaban contra el empleo.
Naturalmente que fueron los mismos obreros o los ideólogos que actuaban en su nombre como Marx los que elucidaron donde residía el verdadero adversario. De allí probablemente surgieron las teorías políticas que presagiaban un modelo de estado controlado de manera dictatorial por la clase obrera.
Los tiempos fueron direccionando la sociedad hacia nuevos desarrollos, que hacían inviable un modelo que se soportara en la dictadura de una clase sobre las demás. Apareció la superconcentración del capitalismo dándole paso al fenómeno conocido como Imperialismo. Tal vez ello indujo a que se optara por la teoría de los frentes de varias clases.
Las cosas siguieron evolucionando; hoy en día pocos se atreven a pronosticar la viabilidad de esquemas de gobierno que se soporten en formas de gobierno absolutistas o dictatoriales; por el contrario hoy todos proclamamos la democracia burguesa como la fórmula universal para convivir en sociedad.
He querido hacer este recuento para demostrar que los contextos cambian y por lo tanto la manera de resolver los problemas políticos también. Yo sé que causan incomodidad mis afirmaciones de que los principios cambian, y me atengo a la definición Leninista de que principio es todo aquello que le sirva al partido, pero tengo que reafirmarme en lo dicho, no es posible avanzar en la defensa de los sectores sociales si la manera de defenderlos pasa por la imposición de conceptualizaciones y estrategias que evitan aceptar la complejidad y se refugian en visiones simplificadoras de la misma.
El peor antídoto contra la globalización es globalizar la solución. La globalización tiene cosas buenas y cosas malas, saber aprovechar las buenas para enfrentar las malas parece lo mas indicado
Este foro, aspira a develar los aspectos de la globalización en la Universidad Colombiana, conectados con las recomendaciones de algunos que invitan a entregar la prestación de algunos servicios públicos que han estado en manos del Estado a manos particulares, como parte de la estrategia de buscar mayor eficiencia en el funcionamiento de los Estados.
A esto se le ha llamado privatización, y detrás de este Satán moderno, se ha escudado todo el que pretende defender un interés, lícito o ilícito, de buena fe o de mala fe en sintonía con el interés general de la sociedad o en sintonía con el interés particular de personas, empresas o de gremios.
Cualquiera en el fragor de la lucha política cotidiana, apela a este adjetivo descalificador para golpear el adversario, de una forma similar a la que en épocas bárbaras utilizaban para descalificar a las personas acusándolas de comunistas. Ni tanto que queme al santo ni tan poco que no lo alumbre, reza el adagio , como una manifestación de la sabiduría popular: los extremos siempre terminan por apuntalar lo que se quiere combatir.
Privatización por parte del Estado es favorecer la educación privada en detrimento de la pública. Estamos de acuerdo.
Privatización por parte del Estado es congelar el apoyo financiero a la educación pública estancando su desarrollo. Estamos de acuerdo.
Pero privatización no es buscar la eficiencia de los recursos que nos transfieren y que manejamos con autonomía.
Como tampoco es privatización reducir la discusión a la forma como se prestan los servicios de aseo y vigilancia en las universidades. Esto si es buscar el ahogado aguas arriba.
Podría alegarse que es una manera de debilitar la organización sindical y que por lo tanto se debilita el contingente popular que lucha contra la privatización pero ello francamente es rebuscado, máxime en las universidades cuya misión no es precisamente prestar este tipo de servicios.
Privatizar es buscar que las matrículas sean la principal fuente de financiación en las universidades haciendo a un lado el derecho del pueblo a educarse; estamos de acuerdo .
Privatización no es buscar generar recursos propios a través de la venta de servicios de investigación, de consultoría o de extensión. Siempre y cuando se haga honradamente, sin engañar la sociedad y buscando que los recursos obtenidos, no sean la ocasión de desmontar las obligaciones del estado sino la oportunidad de avanzar mas en el cumplimiento de los principios misionales.
Como luchar desde la academia contra la privatización de la educación?. Pienso que con calidad, haciendo las cosas bien, demostrando que nos duele el país y que queremos su progreso. Siendo mas eficientes, sin que ello tenga que identificarse con la vulneración de derechos adquiridos. Haciendo propuestas, sorprendiendo en este campo al adversario agazapado, que juega a nuestro desprestigio.
Voy a darles un ejemplo de cómo a veces somos tan inflexibles que rayamos en lo ilógico:
En épocas de negociación colectiva nos inventamos el concepto de carga académica, como una protección de los docentes para que no fueran a ser sobrecargados: definimos unas horas semanales, máximas y mínimas, dependiendo de si la programación contenía una misma asignatura, dos diferentes asignaturas o tres diferentes asignaturas. No se nos ocurrió, que el conocimiento es complejo y que una simplificación de esta naturaleza podía provocar ineficiencias que fueran en nuestra propia contra. Y no estoy hablando de los contenidos, porque en este campo hicimos una equivalencia absoluta entre una clase de Inglés y una de física cuántica o de matemáticas avanzadas.
Una mínima flexibilidad de los docentes que permitieran voluntariamente, bajo ciertas circunstancias, mover estos límites caprichosos, siquiera en una hora semanal, provocaría un mejor uso del recurso humano, no para ahorrarle recursos al Estado sino para avanzar en el cubrimiento de la cobertura. Parece intrascendente el impacto de este mínimo corrimiento pero se aterrarán de los resultados en términos de optimizar la programación.
Sin embargo hemos sido defensivos, reacios a propiciar cualquier ajuste porque actuamos sobre la base una prevención absoluta, y razonamos maniqueamente: se está violando un derecho adquirido afirmamos, haciendo poca reflexión de si realmente nos esta beneficiando. No negociamos, somos inertes cuando se trata de lo que consideramos logros.
Estas actitudes se deben revisar, es la única forma de que entre todos encontremos escenarios de entendimiento. Son muchos los campos de acción conjunta donde podemos actuar de consuno sin que abandonemos nuestros puntos de vista o nuestros miedos.
Dije recientemente en una intervención en un foro que se hizo en esta Universidad sobre la Reforma Pensional y Laboral lo siguiente que quiero repetir hoy :
Una profunda desconfianza siempre ha reinado en los dos polos de la contradicción:
Los sindicatos de manera obtusa en ocasiones defienden el estatu quo, elevándolo a la Categoría intocable de derecho adquirido y el Gobierno a veces asume la posición de hacer tabla rasa con lo existente. Como buscar un equilibrio, que le de la garantía a la sociedad de que se esta actuando con equidad debe ser el norte de cualquier conducta política.
Las posiciones extremas siempre generan reacciones extremas: privilegios desmedidos, sumados a una actitud intransigente de no aceptar ajustes, traen como consecuencia la aparición de las llamadas plantas paralelas o la subcontratación. No se crean puestos estables de trabajo por el temor de que se repitan las condiciones de trabajo pre-existentes.
Se congelan las plantas y se apela a la prestación de servicios, creando regímenes discriminatorios e ilegales, llegando a la triste paradoja de que las mismas conductas que sirvieron para que la clase obrera lograra mejores condiciones de trabajo terminan por facilitar la destrucción de las mismas.
Sigo insistiendo como Rector que no hay objetivamente asuntos que nos distancien irremediablemente; por el contrario encuentro enormes afinidades que deben aprovecharse en beneficio del país: no podemos darnos el lujo de mantenernos en una actitud solamente confrontacional.
La experiencia de la lucha contra el decreto 2912, que terminó en el decreto 1279 es una buena muestra de que podemos defendernos con audacia y éxito. Es probable que no hayamos logrado todo pero tenemos un régimen por lo menos aceptable; ahora nos toca procurar que ese 20% de docentes que hacen producción intelectual aumente: ahí esta el reto.
La academia esta en condiciones de asumir un liderazgo claro en la sociedad. La sociedad esta reclamando orientaciones y nuestros académicos pueden contribuir a ello.
En esta universidad hemos tratado de dar pasos importantes no siempre con la comprensión de la dirigencia sindical.
Creo que la forma de defendernos de los efectos perversos de la globalización es desde lo nacional, lo regional y lo local. No podemos esperar a que fórmulas mágicas nos saquen de la pobreza. El desarrollo lo tenemos que empujar desde las regiones con nuestro propio conocimiento.
Las Universidades deben integrarse para buscar sinergias para su desarrollo en la dirección de impactar la sociedad positivamente. La confianza que la sociedad todavía tiene en su academia debe servir para ser punto de encuentro de los diversos actores que inciden en el destino local y regional.
Este es un horizonte portentoso, inexplorado, donde esta todo por hacer. Pero para ello tenemos que cambiar de actitud.
Hay cosas importantes para defender entre todos. La ley 30 va a ser reformada en el Congreso. Y nuestra voluntad es evitar que se vulnere la autonomía y los criterios de financiación que tiene la actual ley de educación superiror. Defendemos los artículos 86 y 87; como un mínimo aceptable para el sistema de universidades estatales; de allí en adelante podemos conversar.
Recientemente el Cesu con un equipo de rectores de las instituciones de educación superior trabajamos un plan estratégico para cuatro años en cobertura, calidad y eficiencia. Hay una gran oportunidad de trabajar por el sistema público, los invito a que busquemos acuerdos de trabajo en beneficio de todos. Los hechos atropellan: o enganchamos con la marcha de la sociedad o nos quedamos afuera.
Le preguntaba en estos días a un contradictor usual que cual era la alternativa. Me respondió que mas recursos del Estado. Lo contrainterrogué , preguntándole que de donde los sacaba el estado, a lo que me respondió, que de la guerra. Afirmarlo es muy sencillo, hacerlo creíble, ganarnos el derecho a la prioridad, y sobretodo el acompañamiento de la sociedad es lo difícil.
Creo que ha llegado la hora de hacer un alto y proyectar una nueva etapa que tome en cuenta las nuevas realidades. Para mí ese es el verdadero dilema: persistir en una actitud confrontacional sin tregua o buscar nuevos caminos, que sin que impliquen renuncia alguna a lo fundamental, permita pasar a la vanguardia.
Algunos manteniendo la fidelidad a lo acostumbrado podrán decir y éste con que derecho viene a darnos línea. No importa correr ese riesgo, ello hace parte del fair play, en el fondo yo sé que finalmente nos vamos a escuchar.
Finalmente quiero invitarlos de manera cordial y sincera a que convivamos armoniosamente en un momento único de la historia nacional.
Les deseo suerte en las deliberaciones, ojalá que este foro sirva para encontrar nuevas claridades para todos.
LUIS ENRIQUE ARANGO JIMENEZ
Rector
Fecha de expedicion: 2002-11-18