MOVILIZACIÓN SOCIAL PARA UNA SOCIEDAD Y ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO
Pereira, 11 de mayo de 2009
El concepto de Universidad requiere de grandes cambios para dar respuesta a las nuevas realidades y hechos emergentes; el modelo clásico de docencia, investigación y extensión se ha quedado corto para comprender la nueva Universidad; en primer lugar, el conocimiento siendo esencial para el desarrollo social, ya no surge primordialmente en los campus universitarios, juegan un papel relevante las empresas, los centros de desarrollo tecnológico y hasta las organizaciones de la sociedad civil; en segundo lugar, la globalización obliga a replantear la gestión de las organizaciones, sociedades e individuos, con miras a competir en un mundo más complejo; en este campo surgen entonces las redes a todo nivel y las alianzas estratégicas como algunas de las líneas prioritarias de atención; y en tercer lugar, el gran entrelazamiento de las ciencias y su propio drama sobre la verdad, cuestionan los fines de la humanidad y con ella el camino de las instituciones dedicadas al saber.
Como máxima expresión de esta crisis, que divorcia conocimiento y sociedad, está el calentamiento global y la gran inequidad social que campea en el planeta; que han llevado al mundo a plantearse unos mínimos a través de los llamados Objetivos de desarrollo del milenio, los cuales están lejos de cumplirse. Es aquí, desde éste lugar, donde se hace necesario asumir, lo que se ha dado en llamar la responsabilidad social universitaria.
¿Qué debe hacer la Universidad, en el sentido más amplio, para contribuir a transformar la sociedad y lograr bienestar? He ahí el gran reto.
La solución a los problemas del desempleo, la drogadicción, la violencia, la pobreza, la perdurabilidad de las empresas, el respeto a los derechos humanos, la ruptura familiar, el desplazamiento, la exclusión, la salud, la educación, el medio ambiente, etc., requieren nuevos abordajes.
Ha llegado la hora de dejar de pensar en lo inmediato, de privilegiar los intereses individuales sacrificando lo colectivo. Hay que empezar a actuar en el corto plazo, pero con visión de futuro, y esto no es una prerrogativa de unos pocos, debe ser el resultado de muchos acuerdos incluyentes. Es decir, de toda la sociedad.
Es en esta dirección donde el nuevo Plan de Desarrollo Institucional de la Universidad Tecnológica de Pereira centra sus esfuerzos, y es por ello que se propone avanzar hacia una universidad con mayor relación con el entorno redimensionando los cinco objetivos clásicos: docencia, investigación, extensión, administración y bienestar, con los cuales se logró posicionar a la Universidad en el pasado.
Ahora trascendemos a siete nuevos objetivos renovados en su alcance: cobertura con calidad en la oferta educativa, investigación, innovación y extensión, desarrollo institucional, bienestar institucional, internacionalización de la Universidad, impacto regional y alianzas estratégicas.
El Plan resulta de mesas conformadas por docentes, funcionarios administrativos, gremios, empresarios, minorías étnicas, funcionarios públicos, jubilados, estudiantes, egresados y sociedad en general, que constituidos en espacios de trabajo con técnicas y herramientas de planeación, análisis y solución de problemas, teoría de las conversaciones y negociación, analizando y visualizando los temas estratégicos desde diferentes percepciones y cosmovisiones, alcanzaron acuerdos relevantes sobre el futuro accionar institucional. Estos acuerdos se concretan en la definición de más de 37 variables, con sus indicadores.
De igual forma es de resaltar la asistencia a los diversos eventos de más de 2.000 personas, lo que de hecho evidencia un cambio en la cultura organizacional al validar un nuevo estilo de formulación del Plan, con un mayor grado de participación, que implica la legitimación por múltiples actores y grupos de interés; logro esencial para facilitar los procesos de transformación deseados.
Le hemos adherido al Plan de Desarrollo un lema: aportar de manera real a la Transformación de la sociedad sobre la base de la sociedad y la economía del conocimiento como un principio comprendido y compartido por la sociedad en su conjunto.
El nuevo Plan que tendrá una vigencia hasta el 2019 está concebido en términos de una relación sistemática con la sociedad a todo nivel; no puede tener éxito sin que la sociedad lo asuma como propio y lo acompañe. Es por ello que la comunicación del Plan hace parte del plan mismo, y está diseñada en términos de una gran movilización social hacia la sociedad y economía del conocimiento.
Hemos adoptado el ya conocido modelo macrointencional que busca convocar a la sociedad pereirana y regional a convertirnos en productores y reeditores sociales a través de espacios inteligentes de conversación que produzcan acuerdos y pactos conducentes a la viabilización del Plan en términos de sus metas y objetivos.
El modelo hacia La sociedad y economía del conocimiento lo iremos perfilando mediante el trabajo intelectual desde el diálogo abierto, con disciplina, basados en la capacidad de argumentación razonable; no desde el trono sino desde un ejercicio entre iguales, y a través de una red de interlocutores que se va formando en seminarios, congresos y espacios de conversación experta para mejorar los enfoques y la calidad de las decisiones afianzando el liderazgo de la academia en sincronía con la sociedad en función del desarrollo colectivo.
La movilización social es la convocatoria a la negociación con conceptos que gestionan acuerdos para actuar juntos, con la humildad de escuchar, reconocer y comprender las diferencias, construir nuestras explicaciones con la conciencia de la complejidad del momento en que vivimos, la complejidad de la vida que compartimos y naturalmente la sinceridad consigo mismo.
Es una negociación de sentidos y significados con la finalidad de avanzar con tensión creativa y autonomía colectiva, en la construcción de reglas, capacidades y hechos generadores de cambio.
En la movilización social esperamos ganar claridad colectiva sobre el papel de la ciencia y la tecnología, y el conocimiento como poder transformador en nuestro mundo local y regional; conversando con actores comunitarios, empresariales, gubernamentales y otras institucionalidades académicas, esperamos comprender mejor el devenir social e incidirlo.
Aspiramos a ganar mucha claridad para conciliar acuerdos y propuestas que nos permitan potenciar la región en su negociación con la Nación.
A través de la movilización social del Plan esperamos encontrarnos con nuestros pares de la academia regional; nos animan los mismos intereses y vemos perfectamente posible trabajar aunadamente en los mismos propósitos.
La movilización social tiene además la intención de promover aperturas en los grupos de investigación y en otros actores de la academia, para gestionar hechos portadores de cambio en la vida real, aquí y ahora, propiciando momentos de diálogo y reconocimiento, a mujeres y hombres a quienes desconocemos, pero que necesitan comprender nuestra misión, ser partícipes de nuestros logros, e interrogarnos por el qué y el cómo de nuestras lógicas y lenguajes.
La movilización debe posibilitarnos recoger la opinión de los sectores a quien servimos y a partir de ella reformularnos en términos de ser más asertivos y precisos en la transmisión de los mensajes y sus significados.
Mostraremos lo que tenemos y lo que hacemos; en buena parte hoy desconocido por la sociedad.
De la mano de expertos propiciaremos la reflexión sobre aquellos temas prioritarios en la senda de llevar adelante la tarea de aportar a la transformación material y cultural que requiere la sociedad.
Hoy por ejemplo, y como antesala a toda la labor que nos espera, estaremos escuchando a tres exponentes de la intelectualidad nacional diestros en temáticas ineludibles para los propósitos buscados:
El Dr. Antanas Mockus, Filósofo, matemático, pedagogo, Exalcalde de Bogotá, Exrector de la Universidad Nacional, ex candidato a la Presidencia de la República, promotor y teórico de la cultura ciudadana.
El Dr. Cesar Vallejo Mejía, ex director de Planeación Nacional, Consultor de Naciones Unidas, el Banco mundial y el Bid, exrector de la Universidad Autónoma de Manizales y actual codirector del Banco de la República, estudioso de los temas de la competitividad y el desarrollo, entre otros.
Y, la Dra. Mónica Salazar Acosta, prestigiosa investigadora social y de los temas de Ciencia y Tecnología, ex asesora de Colciencias y actual Directora ejecutiva del Observatorio de Ciencia y Tecnología en Colombia.
Esperamos que este banquete intelectual, cargue de energías los motores del ingenio, la creatividad y el entusiasmo que deberemos desplegar en esta gran campaña de comunicación en la dirección de validar el papel del conocimiento, y de la participación en la transformación social.
Muchas gracias,
LUIS ENRIQUE ARANGO JIMÉNEZ
Rector
Fecha de expedicion: 2009-05-11